Terapia Infantil y Juvenil

La infancia es una de las etapas más críticas en la vida de una persona, ya que en este momento se empieza a gestar la personalidad.

La adolescencia, es una etapa de continuos cambios, físicos y psicológicos. El adolescente, se encuentra en un conflicto entre la experimentación y el conocimiento de cosas nuevas, frente a las normas y límites que existen en la sociedad. En ocasiones pueden producir inquietud tanto en el adolescente como en las familias, al originarse una lucha constante del adolescente consigo mismo, la familia, el entorno, intentando descubrir su propia identidad.

Apoyamos a los menores en situaciones como problemas de conducta, trauma infantil, bulling (acoso escolar), depresión en la infancia y adolescencia, problemas o conflictos en el núcleo familiar, trastornos alimentarios, falta de autoestima e inseguridad, habilidades sociales, timidez, ansiedad y miedos, Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y Trastorno del aprendizaje no verbal (TANV), entre otros.

«¡Vas a estar bien!, Si lo bueno termina … lo malo también»

Pregúntate si lo que estás haciendo hoy te acerca al lugar en el que quieres estar mañana. – Walt Disney

Trastornos del aprendizaje y del desarrollo infantil

¿Qué son y cómo identificarlos?

Además de abordar problemas emocionales, de conducta y trauma psicológico en el ámbito juvenil, en Vitamorfosis Psicología tenemos un área especializada para la intervención con niños y adolescentes que tienen trastornos del aprendizaje y del desarrollo infantil.

Los trastornos del desarrollo infantil son aquellos que tienen un inicio temprano, principalmente en la primera infancia y que afectan a la persona en todos sus contextos (personal, familiar y posteriormente escolar).

Algunos se materializan cuando comienzan la educación formal (en torno a los 6 años) como el déficit de atención – con o sin hiperactividad – o las dificultades de la lectoescritura. Otros conviene haberlos detectado antes como las alteraciones del lenguaje o el trastorno del espectro del autismo (TEA).

Muchas de estas dificultades se observan en las revisiones con el pediatra, si son de comienzo temprano, o incluso en casa cuando observamos ciertas dificultades en el lenguaje, por ejemplo. Si ya hablamos específicamente de trastornos del aprendizaje es más común que la voz de alarma se dé desde el colegio.

Los problemas que se consultan mayor frecuencia son:

  • Déficit de atención (con o sin hiperactividad)
  • Dificultades de la lectoescritura (dislexia, disgrafía) o discalculia
  • Dificultades en el desarrollo del lenguaje
  • Dificultades del desarrollo y aprendizaje asociada a la discapacidad intelectual
  • Dificultades del desarrollo y aprendizaje asociada a las altas capacidades
  • Trastorno del espectro autista

¿Qué hacer una vez detectados?

Conviene realizar una evaluación de los puntos fuertes y los puntos débiles del niño para valorar el alcance de las dificultades. En muchas ocasiones se tiene el sesgo de pensar que al poner una etiqueta se le va a estigmatizar, pero nada más lejos de la realidad. Las familias suelen sentir “alivio” al encontrar por fin una respuesta a sus preocupaciones.

¿Cómo se interviene?

Se parte de las capacidades que el niño tiene conservadas e intervenimos de manera individualizada y acorde a los intereses del niño para que se interioricen mejor los nuevos aprendizajes. Además, se incluye a la familia en la intervención para favorecer la generalización de los aprendizajes en la vida diaria del niño, a la vez que favorecemos una interacción con el centro escolar para coordinar de manera bidireccional la ayuda.

Como ya hemos explicado, trabajamos con los padres dentro de la terapia del niño o paralelamente si lo necesitan, ya que es imprescindible otorgarles unas pautas y soporte emocional para favorecer al propio niño y a sus padres y por la tanto, favorecer la armonía familiar.

Terapia infantil y juvenil: Metodología de trabajo

Los beneficios de la Psicología Infantil son numerosos y están determinados por los problemas que se quieren resolver.

Aumento de la autoestima del niño: La inmensa mayoría de las veces, cuando los niños y niñas consiguen resolver sus problemas y aumentar su felicidad, la autoestima es la primera beneficiada. Esto hace que el niño esté más contento y se sienta mejor consigo mismo y con los demás.

Disminución del estrés de los padres: Los hijos son, probablemente, la gran preocupación de los padres y madres. Por ello, cuando el niño que acude a consulta va mostrando resultados positivos en la terapia, los padres sienten un alivio. Además, las mejoras en el día a día también repercuten muy positivamente.

Aumento del bienestar de la familia: Cuando un miembro de la familia mejora y se encuentra mejor, el resto de la familia también se siente mejor, sobre todo cuando se comparte un hogar.

Mejor comunicación: La terapia ayuda a comprender más la situación, los problemas y el lugar que tenemos dentro de la familia. Todo esto incrementa la calidad de la comunicación entre los miembros de la familia haciendo dos cosas: disminuir los problemas y, lo más importante, evitar que vuelva a aparecer.

Nuestro centro Vitamorfosis Psicología ayudará a los jóvenes a que puedan aprender a relacionarse de forma sana con sus amigos, familiares y figuras de autoridad.

El adolescente tendrá la oportunidad en el proceso de terapia de consolidar su identidad de forma que pueda sentirse más seguro de quién es y de cómo actúa.

Además, aprenderá a gestionar sus emociones de forma equilibrada para que sus emociones no le generen conflictos en casa, con amigos ni tampoco en el colegio.

Así pues, la psicoterapia le proporcionará recursos y herramientas prácticas para afrontar la transición entre la etapa de la infancia y la entrada en la adolescencia.

Las sesiones de terapia también serán beneficiosas para la familia, ya que, ayudarán a crear un clima más pacífico en casa. Para ello, se enseñarán estrategias para cultivar la empatía y la comunicación familiar.